Según Susan Beltrán: Los cuentacuentos son actividades muy educativas y
disfrutadas por los niños. En ellos puedes conseguir que estén un buen
rato con los ojos fijos, abiertos como platos, al igual que los oídos, sin
perderse el más mínimo detalle. Podemos hacerles reír, y sobre todo podemos
enseñarles el valor y el poder de las historias.
Para preparar la actividad del cuenta cuentos,
elegí la historia de los Hermanos Grimm, “el Zapatero y los duendes”.
A
la hora de organizar esta actividad, busque información para saber cuáles eran
los aspectos más relevantes.
Cuidar
los detalles me pareció, junto con otros, uno de los aspectos más importantes.
Como Cuentacuentos, sería ideal disfrazarse de Trovador, por ser los más famosos
cuentacuentos de la historia, recomiendan introducirse en el papel, y cargar la
actuación con el máximo de realismo posible.
Otros
detalles relevantes es que el cueto ha de transmitirse sin el libro, sin leer,
es decir, de memoria, e ir avanzando siguiendo el proceso lógico de la
historia. En cuanto el ritmo, ha de ser pausado pero continuo, sin abusar para
no caer en el aburrimiento, siempre hay que ser un orador expresivo, incluso
algo extrovertido, porque para que este tipo de actividad se pueda llevar adecuadamente
a cabo hay que poder entregarse a la actuación sin miedo y de forma muy abierta
y dinámica.
Además,
el cuentacuentos, ha de hacer suyo el texto, adaptándolo a las necesidades del
público, o incluyendo detalles para que resulte más atractivo para la
audiencia.
Siempre
hay que ensayar, en casa, o con los niños, ya que no sabrás que alcance tendrá la
actuación hasta que no se la presentas a los niños.
Los
gestos son fundamentales en el tipo de narraciones, para dar vida al relato y
acompañar el texto. Sobre todo, las emociones, si el personaje con el que
estamos es alegre, hay que mostrar esa alegría, o tristeza, o sueño…
Además
del cuenta cuentos, existen otras dos opciones de contar un cuento, la narración
con libro y la lectura de libro.
Por
esto nos dividimos en equipos de tres, constituidos cada uno por un narrador de
los anteriores mencionados, para contar nuestras “formas” a los demás, y al
terminar poder ir rotando.
La
primera narración que realicé comenzó de forma curiosa, estaba con mis
compañeras hablando sobre quien debería comenzar, espontáneamente comencé
diciendo “erase una vez que se era” en vez de “erase una vez”, por lo que el
resto de la narración siguió en forma de verso, (El verso está formado por una
serie de palabras estructuradas rítmicamente, en las que están presentes
ciertos fenómenos como la sucesión de acentos y las pausas, y una medida y rima
determinadas.)
Aunque
la narración transcurrió de forma totalmente improvisada, y con las pequeñas
complicaciones que el directo tiene, como alguna rima mas “floja” o que me
resultaba difícil seguir con el ritmo el feedback obtenido fue muy positivo,
mis compañeras usaron adjetivos como “muy chulo” refiriéndose a la declamación,
“con valores claros sobre ayuda y agradecimiento”.
Al
finalizar el cuentacuentos les indiqué que la edad para la que había preparado
dicho cuento era para 4 años, y les haría preguntas al finalizar como:
-
¿Qué creéis que
hacen los duendes?
-
¿Por qué ayudan los
duendes al zapatero?
-
¿Y el zapatero?
¿Qué hace?
-
Cuando termina el
cuento, ¿Están todos contentos?
Tanto
las preguntas, como la edad y el cuento, son, en opinión de mis compañeras,
apropiados para la edad seleccionada. A este respecto, las siguientes dos veces
que realicé la actividad, tuve una respuesta similar a la primera, los
contenidos eran apropiados para la edad planteada.
La
segunda vez que me propuse realizar la narración, aun estaba un poco miedosa por
contarlo en verso, pero ya había resultado bien la primera vez, y me lancé a
por la segunda, esta vez, por confianza aumento el ritmo de la narración, lo
que hace que se me traben las palabras y me pierda un poco en el transcurso de
la narración.
De
esto aprendí que no debo “confiarme” y reforcé la idea de que hacer las cosas
rápido no significa hacerlo bien.
Mis
compañeras me comentaron los siguientes aspectos:
· Que me dejara
llevar un poco más, y que el vocabulario, aunque se podía deducir del contexto,
podía tener palabras que los niños no iban a entender.
·
El ritmo podía
resultar similar al de la lectura de un cuento
·
La entonación atrae
la atención
·
Es apropiado por la
duración y las preguntas son adecuadas.
La
tercera vez, la narración transcurrió de forma más normal, aunque por la entonación
se podía deducir que estaba cansada, certeramente, me faltaba un poco de “vida”
en la narración.
La
historia, para mis compañeras, estaba bien contada, aunque ellas quizás, habrían
dicho que la edad apropiada es para 3-4 años.
Resaltaron
características como corto y sencillo, fácil de seguir y divertido. Si dudasen
del vocabulario se puede entender por el contexto de la historia (cuero).
Disfruté
mucho de la actividad, sobre todo del buen feedback sobre la declamación en
verso del cuento.
BIBLIOGRAFIA
Hola Andrea,
ResponderEliminarLo primero de todo, me gustaría decirte que creo que has hecho un trabajo muy detallado. Además tuve la suerte de escuchar tu cuentacuentos y recuerdo que me gustó mucho la historia y como la contaste. Yo estuve en el primer grupo y si no recuerdo mal, improvisaste la declamación. Empleaste un ritmo pausado que permitía entender bien la historia y fuiste buscando de forma ágil las rimas para hacerlo más dinámico, estético y llamativo.
Como ya te dije el día que realizamos las diferentes estrategias, me parece adecuada la edad que has elegido para el cuento.
Personalmente y como única pega, añadiría a la entrada algunos títulos para diferenciar cuando cuentas tu experiencia personal del resto de datos. Y para finalizar pondría una conclusión más general de toda la actividad.
Para finalizar, me ha gustado mucho como has ido contando la vivencia con cada grupo y como te decía antes, creo que has hecho un buen trabajo.
Te felicito, Andrea.
Un saludo.
Estupendo, Fátima.
EliminarPara que sea perfecto, solo debes añadir una introducción en la que hables de las tres estrategias con las que cuentas para transmitir la literatura a los niños.
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